La búsqueda de la dieta perfecta es un camino lleno de limitaciones y frustración que te lleva inevitablemente al fracaso, y pasa lo mismo con la búsqueda del cuerpo perfecto.
Todas las dietas, todos los sistemas nutricionales, libros y expertos tienen algo de sabiduría que ofrecer. Nosotros tenemos que encontrar esa parte de sabiduría que le puede funcionar a nuestro cuerpo y experimentar con ella, pues la dieta perfecta para ti no es la dieta perfecta para mi, si fuera así, que hubiera una sola y única forma perfecta de comer entonces no habría tantos libros de dieta.
El perfeccionismo te lleva al autoabuso y es una forma de aniquilar el alma.
Cuando buscamos la dieta perfecta que nos lleve a tener el cuerpo perfecto entramos en un esquema en el que abusamos de nosotros mismos cada vez que la rompemos; abusamos juzgándonos, criticándonos y hasta con abusos físicos como pastillas, masajes agresivos, inyecciones y cirugías.
Esa búsqueda de la dieta perfecta nos ha llevado a consumir cientos de productos de dieta que nos prometen el cuerpo perfecto en poco tiempo; desde la pastilla peligrosa, la pastilla la milagrosa y cientos de programas y libros de dietas.
Cuando me certifiqué como Health Coach estudié más de 100 dietas diferentes, tengo más de 50 libros de dietas para bajar de peso y no los he regalado pues muchos de ellos tienen buenas recetas J, todos los libros tienen algo bueno que ofrecer, pero ninguno tiene todo lo que yo necesito, ninguna es la dieta ideal para mi.
El problema con toda la información que nos llega de la dieta perfecta es que todos estos expertos que venden sus libros prueban con sus cuerpos y encuentran la dieta perfecta, como les funciona bien a ellos entonces asumen que es la dieta ideal para todos, pero no es así.
La alimentación es tan individual como el individuo mismo
Gran confusión
Uno de los grandes problemas que existen es que la investigación en el campo de la nutrición está guiada por las grandes empresas alimenticias y enfocada a manipular los resultados para que sean favorables para la empresa que haya pagado por la investigación. Esto nos ha llevado a muchos errores nutricionales como el que la grasa es mala, y hasta a extremos como el decir que necesitamos tres cucharadas de azúcar refinada al día para que el cerebro funcione bien; de más está hablar de los problemas de salud que ésta mala información ha ocasionado.
Hay que entender que la nutrición es una ciencia muy joven de la que cada día se aprende algo nuevo, y si eso cae en el mar de información manipulada pues es normal que estemos muy confundidos.
Esta confusión nos ha llevado a catalogar la comida como buena y mala, realmente la comida es neutra, el problema es lo que hacemos con la comida.
La dosis hace el veneno.
Cuando catalogamos la comida como buena o mala entonces el comer la comida “mala” nos hace “malas personas” ante nosotros mismos, y eso nos lleva irremediablemente a estresarnos y…ya conocemos el daño que causa el estrés, de esto te he hablado en los artículos de ¿Mala digestión?, relájate , Piénsalo, lógralo y Mira qué fácil es nivelar el cortisol en tu cuerpo.
El cómo usamos la comida es lo que determina su valor y si nos estresamos en la búsqueda de la perfección castigándonos cuando comemos algo “malo” entramos en un circulo vicioso en el que nos estresamos por comer lo prohibido y ese estrés nos lleva a…que se nos antoje más lo prohibido.
¿Entonces, cuál es la dieta perfecta?
Creo que es importante cambiar el concepto de la palabra dieta, dieta es un estilo de alimentación y no todas las dietas son para bajar de peso. La dieta del león es a base de carne mientras que la dieta del panda es a base de bambú.
La dieta perfecta para ti es la que te cae bien a ti, y la única forma de conocerla es experimentando contigo mismo y usando el sentido común.
Todos sabemos qué es lo que le hace mal al cuerpo, hay que ser responsables de nuestras decisiones y tratar de comer lo menos posible de
- Alimentos procesados
- Comida rápida
- Alimentos con azúcar añadida
- Refrescos (sodas)
- Dulces, etc
Basa tu alimentación en plantas y en alimentos reales, en lo que nos da la naturaleza.
Experimenta con tu cuerpo y escúchalo, cada vez que vayas a comer analiza cómo te sientes y analízate de nuevo al terminar de comer y también unas cuantas horas después. Si los lácteos te inflaman, escucha a tu cuerpo y deja de comerlos por ahora, si los granos o la carne roja te hacen sentir pesada, escucha a tu cuerpo y no los comas.
La dieta ideal para ti va cambiando en cada etapa de tu vida, lo que te hacía bien ayer tal vez no es lo que tu cuerpo necesita hoy, aprende a escucharlo y diseña tú tu dieta perfecta.
Haz pruebas, tal vez hoy te funcione muy bien una dieta vegetariana o tal vez hoy tu dieta ideal es paleo o tal vez es una que todavía no tiene nombre y la bautizas con el tuyo.