¿Cómo lograr tus metas para el 2022?

¿Cómo lograr tus metas para el 2022?

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El inicio de un nuevo año es como tener un cuaderno en blanco, nos damos una oportunidad para empezar de nuevo y ahora sí cumplir nuestras metas.  El problema es que muchas veces las metas son las mismas que las de años anteriores, metas que en años anteriores tampoco logramos o no pudimos conservar como hábitos.

 

Mentalidad de meta.

 

En enero los gimnasios se llenan de nuevos suscriptores, y la mayoría de ellos no regresan en febrero, esto es porque cumplir con nuestras metas no es fácil si sólo nos enfocamos en la meta.

Imagínate que tu closet está en un desorden tremendo; la ropa mal colgada, ganchos vacíos por todos lados pues la descuelgas y no sacas el gancho, los cajones son un caos, nunca encuentras lo que estás buscando y tienes pilas de ropa hecha bolas en las repisas.

Tu meta es arreglar tu closet y lo haces, te toma un par de días, pero después de eso, todo está en su lugar.

Blusas y pantalones colgados, no hay ganchos vacíos ocupando espacio y los cajones y repisas están organizados; en uno las camisetas, en otro tu ropa interior, etcétera.

Lograste tu meta.

Pero en pocas semanas, regresa el desorden y tu closet es otra vez una zona de caos.

Ahora, esperas otro momento de motivación para volver a arreglarlo.

 

Lograr la meta solo cambia nuestra vida por un momento, porque solo nos enfocamos en el síntoma y no en la causa.

 

 

Creemos que debemos cambiar los resultados, pero los resultados no son el problema, lo que debemos cambiar es el sistema que nos lleva a tener esos resultados.

Si en lugar de pensar “ya lo logré” haces cambios reales, es decir, cada vez que descuelgas la blusa sacas el gancho en donde estaba, cada vez que sacas una camiseta lo haces cuidando no desdoblar las otras, cada vez que te pruebas algo que terminas no usando, lo cuelgas o doblas de nuevo, y cada vez que metes tu ropa limpia te tomas unos minutos para ponerla cuidadosamente en su lugar; cambias el sistema Y el resultado.

 

Cuando sólo resolvemos el problema al nivel del resultado, lo resolvemos solo de forma temporal. 

Para lograr cambios debemos hacerlo a nivel sistema y no solo a nivel resultados.

 

El problema con las metas.

 

Pensamos que una vez que logremos la meta, ya vamos a estar felices.

 

Nos enfocamos solo en el resultado.

 

Cuando sólo pensamos en la meta, posponemos nuestra felicidad hasta lograrla, y vemos la felicidad como algo que se alcanzará en el futuro.

Si no la alcanzo no estoy feliz.

Sin darnos cuenta de que el camino importa más que la meta en sí; y que alcanzar la meta no sirve de nada a menos que hayamos hecho un hábito del camino para lograrla.

 

Para lograr que esas metas ya sean parte de nuestra vida diaria y que no nos sintamos frustrados hasta alcanzarlas, debemos enamorarnos del proceso y así convertir esa meta en un hábito.

Cuando te enamoras del proceso y no del resultado es cuando estás logrando cambios reales.

 

Mentalidad de hábito.

 

Entre las metas de un nuevo año siempre tocamos algún tema relacionado con nuestra salud.

Este año ya voy a hacer ejercicio, voy a dejar de comer chatarra, voy a bajar de peso, voy a vencer el síndrome metabólico, voy a dejar el azúcar, etcétera.

Empezamos enero con esa nueva suscripción al gimnasio, o comprando kilos y kilos de verdura, o sacando de nuestra alacena toda la comida chatarra.

El problema es que el ejercicio que hacemos en el gimnasio no nos gusta, las verduras al vapor nos cansan en menos de una semana y como estamos a dieta restrictiva, vivimos con un antojo constante de comida chatarra.

Hacemos ese ejercicio que no nos gusta hasta alcanzar la meta y después ya no regresamos al gimnasio, aunque hayamos pagado todo el año por adelantado para “motivarnos”.

Comemos verduras al vapor por varias semanas hasta que nos hartan y no queremos ver nunca más nada verde en nuestro plato.

Soñamos con comida chatarra porque no sabemos nutrir nuestro cuerpo.

¿Pero qué pasaría si en lugar de meterte al gimnasio, porque es el ejercicio que más quema grasa (pero que no te gusta), te metes a una clase de spinning con ese profesor tan divertido que pone la música que te encanta?, o ¿si te pones a bailar 30 minutos todos los días, con los videos de esa maestra super alegre de YouTube?, o ¿si en lugar de comerte las verduras al vapor te compras un libro con recetas de cómo cocinar verduras de diferentes formas y te pones a experimentar en tu cocina con recetas deliciosas que realmente nutran tu cuerpo?

 

¡Pues pasa que te enamoras del proceso!

 

A nadie se le hace un hábito hacer las cosas que no le gustan, y nadie alcanza una meta y la conserva, si no se enamora del proceso.

 

Cuando forzamos un cambio con cosas que no nos gustan, en poco tiempo regresamos a nuestros hábitos no deseados.

 

Mi propuesta para ti en 2022.

 

Te propongo que este fin de año te sientes con un cuaderno en la mano, no con tu teléfono ni con tu computadora sino con un cuaderno.

 

Escribir a mano el camino que queremos seguir, hace cambios en nuestra mente que no se logran de otra forma.

 

Escribe tus metas por categorías; salud, familia, relaciones, trabajo, espiritualidad, etcétera.

Y además de la meta, escribe por lo menos 2 formas en las que las vas a lograr por un camino que te guste.

 

Cualquiera puede alcanzar una meta, pero no a cualquiera esa meta se le convierte en un hábito.

 

Es decir, si la meta es “voy a dejar el refresco (soda)” escribe qué vas a hacer para lograrlo.

 

Para cambiar un hábito no deseado no debes pelear contra él, no quieras sacar el refresco y cambiarlo por agua si no te gusta tomar agua sola.

 

Busca un camino que sea amable contigo misma, algo como: voy a preparar todos los días un termo con agua pura que voy a tener cerca de mi siempre, y además voy a tener agua en el refrigerador con trozos de pepino, fresa, menta, o lo que sea que te encante, y voy a tomarme un par de vasos al día disfrutando el sabor y la frescura.  Si se me antoja mucho el refresco, los viernes voy a comprar uno para tomarlo sentada y disfrutándolo.

 

Busca cómo vas a cambiar el sistema por un camino de amor y respeto para contigo misma, y no solo te enfoques en la meta quieres lograr.

 

Encuentra el camino ideal para que esa meta se convierta en un nuevo hábito a través de un camino que ames y no de uno que odies.

 

Enamórate del proceso y logra, no solo alcanzar la meta, sino hacer de esa meta un nuevo hábito que forme parte de tu vida.

 

Esta entrada tiene 12 comentarios

  1. Laura Nava

    Me encanta! Iniciare con mi cuaderno para ir planeando mis nuevos hábitos

    1. Renata

      Muy bien! esa es la actitud! beso

  2. Erika Avila

    Me encantó!!.. Gracias por compartirlo…. Me haces reflexionar en cada uno de mis procesos.. Mil Gracias!!

    1. Renata

      Gracias!! me da gusto que te haya gustado, beso

  3. Verónica Jiménez Valtierrez

    Hola Renata es muy cierto es muy difícil Alcázar las metas pero no imposible yo ya tengo meses sin azúcar y sin sal por mi proceso de recuperación de cáncer de riñón y perdí uno si se puede proponiendo gracias por tus consejos.

    1. Renata

      Un gusto! qué bueno que dejaste el azúcar y seguro te estás reponiendo de maravilla de todo ese proceso, felicidades!!

  4. Angélica

    Tienes razón siempre dejo a pocos días de empezar gracias por compartir tan valiosa información

  5. Maria Elsa

    Si siempre compro agenda pero esta vez será un planificador para anotar Metas y Hábitos

    1. Renata

      Excelente!! lo mejor es anotar las metas y así te enfocas más en ellas, beso

  6. Esperanza

    Excelente articulo, gracias por compartir tus conocimientos.

    1. Renata

      Un placer, gracias!

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