Cada célula de nuestro cuerpo está al pendiente de que comamos lo que necesitamos, si no comemos suficiente nos sentimos miserables.
¿Dejas de comer para bajar de peso?
Cuando comemos menos de lo que necesitamos, nuestro cuerpo nos manda varios mensajes para que nos alimentemos.
Mensajes que van desde dolores de cabeza, mal humor y debilidad crónica, hasta angustia, ansiedad, antojos y hambre continua.
Hambre = sufrimiento
Así como cada célula se encarga de que nos sintamos miserables cuando no comemos lo suficiente, también cada célula de nuestro cuerpo se encarga de recompensarnos cuando comemos.
Al comer se disparan los centros del placer de nuestro cerebro.
Comer es una actividad placentera; si comer no nos causara placer entonces a muchos se nos olvidaría hacerlo y hasta lo evitaríamos.
El placer es la recompensa por haber escuchado las señales de nuestro cuerpo, y es una señal muy importante para el cerebro que también nos ayuda a no acumular grasa de más.
Pocas personas comen buscando placer; de hecho el placer al comer lo vemos como algo negativo y pecaminoso, y no como un pieza más indispensable en nuestra nutrición.
Hemos aprendido a negar o controlar el hambre en lugar de honrarla y celebrar el tenerla.
Comer menos y negar el hambre no nos ayuda a bajar de peso, llevamos años haciéndolo en cada una de las dietas que hemos hecho, y ya todos sabemos que ¡las dietas no sirven!
Escucha aquí por qué las dietas engordan.
Si tienes hambre ¡come!
Comer cuando tienes hambre no te va a hacer subir de peso, como ya escuchaste en Las Dietas Engordan.
Subimos de peso cuando dejamos de escuchar las señales de nuestro cuerpo.
Comer cuando tenemos hambre nos ayuda a mantener el nivel de grasa que necesitamos, si no lo hacemos desaceleramos el metabolismo y acumulamos grasa de más.
En hambruna, o después de un evento de hambruna, el cuerpo acumula mucha más grasa de la que necesita.
Llevamos tanto tiempo negándonos el placer y negando el hambre que hemos dejado de escuchar a nuestro cuerpo.
No hay médico o nutricionista más sabio que tu propio cuerpo, es el único que te puede decir qué comer y cuánto.
Escúchalo, confía en su sabiduría, conecta conscientemente con él, y permite que con su inmensa sabiduría, te guíe a tu peso y salud ideal para esta etapa de tu vida.
Que interesante
Excelente como siempre, me sirve mucho y lo comparto con mis hijas que están en una edad muy susceptible y en la que forman sus hábitos alimenticios de por vida. Como siempre mil gracias, eres la mejor.
Qué linda!! mil gracias, beso