El páncreas produce insulina para llevar la glucosa de la sangre a las células donde se usa como energía. Cuando el nivel de glucosa en sangre no baja a pesar de que hay suficiente insulina, tenemos resistencia a la insulina; es decir que las células no “escuchan” la señal de la insulina, y no absorben la glucosa que hay en la sangre.

Cuando la célula no absorbe la glucosa ésta se queda en la sangre y la reacción natural del cuerpo es la de producir más y más insulina, esto es hiperinsulinemia. Podemos pensar que si un poco de insulina no logra que las células acepten la glucosa pues mucha insulina si lo va a lograr, pero no es así.

El que la insulina siga en la sangre es bastante peligroso, si quieres saber mas de la insulina lee este artículo que escribí hace unos meses.

No se sabe exactamente por qué las células dejan de recibir la señal de la insulina, pero sí se sabe qué es lo que causa este problema.

La insulina aumenta cuando comemos pues casi todo lo que comemos se convierte tarde o temprano en glucosa. La insulina le dice al hígado que:

1. Deje de producir glucosa de las reservas de grasa del cuerpo para que ya no mande más glucosa a la sangre porque no se necesita.

2. Que empiece a almacenar el azúcar como glucógeno, que es la reserva de energía que se guarda en el hígado para tener energía disponible de forma inmediata. Cuando el hígado llena su reserva de glucógeno empieza a guardar el resto de la glucosa como grasa en el tejido adiposo del cuerpo.

La insulina le dice al hígado que ya no mande más glucosa a la sangre, y que cambie el switch de quemar a almacenar, para empezar a almacenar la glucosa nueva (azúcar) que está en la sangre.

Si las células del cuerpo no escuchan las señales de la insulina el hígado va a seguir produciendo y mandando glucosa a la sangre, la insulina le grita que deje de hacerlo pero las células del hígado no la escucha.

Como hay glucosa entonces el páncreas sigue produciendo insulina, pero entre más insulina hay menos escuchan las células, por lo que el hígado sigue produciendo glucosa y se entra en un círculo vicioso de mucha glucosa y mucha insulina… pero ese no es el único problema.

Con resistencia a la insulina…el hígado ¡no deja de generar grasa nueva!, produce y produce grasa hasta que ya no tiene donde almacenarla y la deja en el hígado; en condiciones normales el hígado casi no debería de tener grasa.

La resistencia a la insulina causa hígado graso.

A pesar de toda la investigación que se ha hecho no se sabe bien por qué la resistencia a la insulina aumenta la cantidad de glucosa que produce el hígado Y hace que el hígado siga produciendo nueva grasa cuando se supone que debería de dejar de hacerlo.

El exceso de insulina es lo que causa la resistencia a la insulina.

Los pacientes con diabetes 1 necesitan insulina porque su cuerpo o no la produce o la que produce es de mala calidad.

Los pacientes con resistencia a la insulina (prediabetes) o diabetes 2 no necesitan más insulina, al contrario, necesitan bajar los niveles de insulina para que el cuerpo poco a poco empiece a recibir de nuevo la señal de la insulina.

Se ha visto que a mayor insulina, mayor resistencia.

Las personas con resistencia a la insulina deben mantener sus niveles de insulina muy bajos para revertir el daño.

Solución.

El tema de la resistencia a la insulina en personas con prediabetes o diabetes tipo 2 puede mejorar bastante e incluso llegar a corregirse; para hacerlo se debe mantener el nivel de insulina bajo.

Una de las cosas que más ayuda es el ayuno intermitente. Escucha aquí el podcast acerca del ayuno intermitente.

La otra cosa que mejora de forma importante la resistencia a la insulina es el llevar una dieta baja en carbohidratos como la dieta Cetogénica o Paleo.

Si haces ayuno intermitente junto con una dieta baja en carbohidratos, no sólo vas a bajar de peso, sino que vas a mejorar de forma importante la resistencia a la insulina.

Si tienes resistencia a la insulina debes tomarlo en serio, deja todos los carbohidratos procesados y alimentos y bebidas azucaradas. No comas nada de comidas rápidas ni comida chatarra.

Ámate y cuídate; sólo tu puedes hacerlo y tu maravilloso cuerpo merece que lo cuides y apapachos con alimentos reales en su forma original. Tu cuerpo te lo está pidiendo a GRITOS.

La resistencia a la insulina es una gran llamada de atención de nuestro cuerpo, es un mensaje muy claro para que empecemos a cuidar más nuestra alimentación pues fácilmente se puede llegar a una diabetes 2. que es una enfermedad que puede llegar a ser muy peligrosa.

¿Cuidas tus niveles de azúcar en sangre?