Con la persona que amas, el sexo puede llegar a ser la máxima expresión física del amor; pero muchas veces nuestro deseo y rendimiento sexual decaen por diferentes motivos como el estrés, falta de tiempo y distracciones que no nos permiten vivir nuestra sexualidad plenamente.

Las distracciones bloquean la energía cuando buscas excitarte y te sacan del enfoque en el que debes estar.

La meditación te ayuda a entrenar tu mente para bajarle el volumen a esas distracciones que no te permiten conectar con tu pareja.

Te ayuda también a estar consciente de tu cuerpo para funcionar de una forma más efectiva durante las relaciones sexuales.

La meditación te enseña a estar menos acelerada y a controlar tu respiración.

Los terapeutas sexuales generalmente le recomiendan meditar a las personas que quieren maximizar el placer en sus relaciones sexuales.

Muchas esposas ocupadas con niños pequeños han logrado excitarse más y mantener las preocupaciones fuera de la cama con la meditación mindfulness.

Un estudio que se realizó con mujeres confirmó que:

la meditación y las técnicas de mindfulness aumentan el deseo sexual. 

A un grupo de mujeres se les pidió que por 6 semanas formaran parte de sesiones de meditación mindfulness el resultado fue que tuvieron mejoras importantes en deseo sexual, excitación, lubricación y satisfacción en general, contra el grupo que no formó parte de estas sesiones.

En general la meditación ayuda a mejorar el rendimiento sexual (estudio).

Muchas personas cuando piensan en meditación se imaginan un monje budista sentado el flor de loto y viviendo en celibato, pero la meditación no sólo va con una vida de celibato, de hecho la misma disciplina mental y espiritual que se necesita para controlar el deseo se puede usar para aumentarlo.

Muchos hombres que meditan dicen que su práctica les ha ayudado a lograr encuentros sexuales más largos que antes de incorporar esta práctica en su vida.

El orgasmo implica poder dejar atrás el ego, dejar de estar extremadamente consientes de cómo nos vemos o de qué estamos haciendo y poder soltar; este es un estado que se alcanza siempre con la meditación.

Es por esto que el órgano sexual más importante es el cerebro.

Lo que le pasa al cerebro durante un orgasmo y durante la meditación es bastante parecido pues para lograr hacer bien ambas actividades nos tenemos que enfocar en eliminar las distracciones. Aun cuando las 2 actividades activan diferentes lados del cerebro, el camino para alcanzar la cima en los 2 casos es el mismo; dejar fluir el pensamiento, eliminar el juicio y enfocarnos en las sensaciones.

La corteza insular o ínsula es una parte del cerebro que está relacionada con el sistema límbico. Cuando se activa mejora la percepción del cuerpo físico y las emociones. Una ínsula bien desarrollada te ayuda a experimentar el cuerpo de una forma más profunda y completa, y a estar consciente de tus sensaciones (estudio).

La ínsula nos facilita el poder expresar nuestras emociones de una forma física. 

Se han hecho varios estudios en donde se ha detectado que las personas que meditan diariamente tienen la ínsula más gruesa que las personas que no meditan.

Con una ínsula bien desarrollada se puede mejorar y magnificar la sensación de placer durante las relaciones sexuales.

Para activar la ínsula haz este ejercicio:

Siéntate cómodamente y cierra los ojos.

• Concéntrate en tu respiración, siente como el aire al inhalar roza la parte baja o el piso de tu nariz, y como al exhalar roza la parte alta o el techo de la nariz.
• Haz conciencia de tu cuerpo.
• No juzgues, no emitas opinión alguna, sólo hazte consciente de tu cuerpo y de su actividad.
• Hazlo por 5 minutos y poco a poco ve subiendo el tiempo a 10 minutos y así hasta llegar a 15 minutos.

Este ejercicio de mindfulness nos ayuda a ser más conscientes del cuerpo y menos propensos a dejarnos ir con distracciones, nos ayuda a desarrollar la habilidad para manejar las emociones y enfocarlas en lo que queramos; como en las relaciones sexuales.

El problema más grande para llevar una vida sexual plena es el estrés, varios estudios con personas que meditan han demostrado que la meditación baja considerablemente el nivel de estrés y el de cortisol (resultado de estudio de Harvard), (estudio).

El exceso de cortisol es una de las principales causas de disfunción eréctil y de bajo libido en hombres ya que puede llegar a reducir los niveles de testosterona.

Otro de los problemas grandes para mantener una vida sexual activa es el cansancio.

La meditación te lleva a un nivel de descanso físico y mental equivalente al que obtienes con varias horas de sueño, te llena de energía y te hace sentir renovado.

La próxima vez que te sientas muy cansada para tener relaciones con tu pareja prueba meditar por 10 minutos antes de llegar a la cama y te vas a sentir llena de energía.

Cuando meditas y te enfocas en tu respiración y en tu cuerpo sientes cómo el ego y el juicio se van alejando.

El quitar el ego de en medio es un paso importante para poder conectar con otra persona.

Al respirar al mismo tiempo, como una unidad con tu pareja, puedes empezar a sentir como te disuelves en ella;  esta sensación abre caminos de energía en el cuerpo y en la mente que pueden hacer más intensos tus sentimientos al momento de tener relaciones sexuales. Este es el principio del sexo tántrico.

Muchos de los principios de la meditación se pueden usar para mejorar la vida sexual y lo ideal es hacerlo en pareja, pero si tu pareja no quiere involucrarse puedes hacerlo tu sola o solo, y de inmediato vas a sentir los efectos positivos en tu vida íntima.

Cuando tu pareja sienta que estas más relajada y enfocada es posible que quiera probar la meditación para mejorar la relación y sus encuentros sexuales.

En la siguiente entrada del blog puedes encontrar una meditación para activar tu energía sexual; el centro de energía sexual está en el mismo lugar en mujeres y hombres, hazla y limpia ese centro energético para que compartas con tu pareja una experiencia cada vez más maravillosa.