Compra alimentos orgánicos e idealmente de productores locales.

• Toma agua filtrada y no del grifo.
• Aléjate de los pasillos centrales de los supermercados donde solo hay alimentos procesados con muchos químicos y conservadores.
• Evita la comida rápida que no nutre y está llena de químicos y conservadores.
• No consumas alimentos o bebidas que hayan sido envasados en plástico o en lata.
• Evita los embutidos.

Basa tu dieta en plantas y come alimentos reales,

¡como nos los da la naturaleza!