- Activas tu metabolismo y digieres bien los alimentos.
- Subes el nivel de Leptina que es la hormona que manda al cerebro la señal de que estás satisfecha.
- El cuerpo se relaja y baja el cortisol (hormona del estrés).
- La hormona del hambre (grelina) baja y nos sentimos saciados por más tiempo.
- Te liberas de la ansiedad por comer, por lo que no comes de más.
- Tu cuerpo libera endofinas que estimulan la metabolización de la grasa y la quema de calorías.