¡La que a ti te funcione!
Ejercicio en la mañana: Te llenas de energía para empezar tu día. Liberas endorfinas que te ayudan a estar de mejor humor durante el día. Duermes mejor.
Ejercicio en la noche: Después de un día largo de trabajo, te liberas del estrés. Tus músculos y articulaciones están más flexibles, listos para entrenar. Duermes mejor.