Nuestra vida gira alrededor de la comida, los estudios demuestran que estamos tan sanos como nuestra última comida ya que el cuerpo absorbe los nutrientes o antinutrientes a los pocos minutos de haber comido.

Estamos frente a un momento histórico en el tema de la salud. El problema de la obesidad y el sobrepeso está rebasando la capacidad de los centros de salud y las camas de los hospitales están llenas de enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico. 

El síndrome metabólico es una mezcla de factores de riesgo de origen metabólico como la obesidad, la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa, los triglicéridos altos, el colesterol malo alto y la hipertensión arterial. Estos factores, al evolucionar se transforman en enfermedades cardiovasculares o diabetes.

Las personas con síndrome metabólico tienen de 2 a 3 veces más probabilidad de morir que las personas sanas.

En México*:

• Cada año hay 140,000 muertes por enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico.

• En 2015 el 50% de los mexicanos padecían síndrome metabólico.

• El 64% de los adultos tiene sobrepeso, es el porcentaje más alto de todos los países de Latinoamérica.

• El 28.1% de los adultos son obesos.

• La diabetes es la primera causa de muerte, mata cerca de 80,000 personas al año.

• 14% de los adultos tienen diabetes.

• En 2012 era el país que más refrescos per capita consumía (176 litros por persona por año), ahora es el 4to por debajo de Argentina, Estados Unidos de América y Chile.

No vamos a seguir con estas aterradoras estadísticas pues quiero enfocarme en la solución y no en el problema.
Todas las enfermedades relacionadas con el síndrome metabólico dependen de la genética, el estilo de vida y la alimentación.

¡La buena noticia es que estos 3 factores se pueden modificar! ,con buena alimentación y un estilo de vida saludable.

Genética.

Todos nacemos con ciertas predisposiciones a enfermedades, generalmente a las enfermedades que corren en nuestras familias.

Nacemos con cierta genética que nos hace propensos a ciertas enfermedades, pero esto se puede moldear según el tipo de alimentos que comamos y los pensamientos que tengamos.

La genética no te determina.

Imagínalo como un tablero en donde tienes ciertos botones; los de cada enfermedad genética que corre por tus venas. Cuando naces, la mayor parte de esos botones están apagados y se pueden mantener así o prender.

Hay algunos botones que se prenden o apagan dependiendo de los pensamientos que tenemos y otros que dependen de nuestra entorno, por lo que en gran medida podemos controlar nuestra genética con lo que metemos a nuestro cuerpo y con nuestra forma de pensar.  

Hablando de los genes de enfermedades que responden al entorno en el que vivimos, estos se activan  si de forma  constante reciben irritantes o estimulantes del exterior, como cigarro, alcohol, contaminación y obviamente el tipo de comida que metemos al cuerpo.

El cómo llegaron o no esos genes que nos predisponen  a ciertas enfermedades es otro tema; algunos son herencia y otros los creamos nosotros, el asunto es que todos los tenemos.

Puedes tener la predisposición a ciertas enfermedades y si haces lo incorrecto las activas, pero si haces lo correcto, ¡puedes lograr que no se activen nunca!

Hay algunos pocos casos en los que esto no es así , pero representan menos del 5% de las enfermadades.

Estilo de vida.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el 56.4 de la población mexicana es inactiva físicamente. De este universo, el 38.7% son hombres y el 61.3%, mujeres.

La televisión y los electrónicos nos han robado mucho del tiempo que antes se usaba para hacer ejercicio y hacer actividades al aire libre.

La vida sedentaria y el estrés son de las principales causas del síndrome metabólico.

Alimentación.

La nutrición debería ser consecuencia de la alimentación pero en los últimos años esto no ha sido así.

Sin irnos a casos particulares de gente que sí consume alimentos nutritivos pero que no asimila los nutrientes, podemos decir que la gran mayoría de las personas no nos alimentamos adecuadamente.

El problema es que muchos de los alimentos que tenemos disponibles no nos nutren.

Comer es un estímulo que provoca placer, el cerebro necesita variedad y busca el placer que le dan los alimentos y de esto se han aprovechado los grandes fabricantes de comida procesada y los de comida rápida, así como los medios de comunicación que son quienes guían nuestras decisiones de alimentos.

Nos enseñaron a escoger lo cómodo por encima de lo sano.

En México hemos copiado de nuestros vecinos del norte la forma de alimentarnos; la Dieta Estándar Americana (SAD por sus siglas en inglés).  Este tipo de alimentación se basa en productos de origen animal como res, pollo, lácteos, en alimentos procesados y en productos de granos refinados como pasta, cereales y bollos.  Es un tipo de comida con mucha grasa trans, sodio y azúcar en donde las porciones son muy grandes.

Este tipo de alimentación se ha hecho ya muy común también en México en donde los pasillos de los supermercados están llenos de productos altamente procesados, y en donde cada día vemos en la calle un nuevo restaurant de comida rápida, de bajo costo y con baja o nula oferta de nutrientes.

Buena alimentación.

Casi todas las enfermedades y muertes prematuras se pudieron haber prevenido con una correcta alimentación y estilo de vida sano.
Hacer ejercicio por lo menos 4 veces por semana y comer sanamente la mayor parte del tiempo nos va a llevar a vivir una vida plena, sana y con energía.

Lo que comemos determina cuánto tiempo y cómo vamos a vivir.

Una alimentación sana no es motivo de sufrimiento; ¡hay muchos alimentos muy ricos, que te nutren!

En esta sección voy a hablar de qué es y qué no es sano comer para que tomes tus decisiones de alimentación de forma consciente.

*Organización Mundial de Salud