El agradecimiento es el sentimiento más poderoso que hay.
Los átomos de nuestras células vibran en ciertas frecuencias y cuando tus emociones son positivas vibran en una frecuencia más alta. Diversos estudios han demostrado que la frecuencia vibratoria del agradecimiento es la que más beneficia al cuerpo y a la mente; agradecer fortalece el sistema inmunológico (estudio).
Según la ley de la atracción los iguales se atraen. Si tú estás vibrando en una frecuencia alta atraes personas y eventos que vibran en la misma frecuencia. La frecuencia en la que vibras depende de los pensamientos y las emociones que tengas. Una forma fácil para identificar en qué frecuencia estas vibrando es dándote cuenta de cómo te sientes; entre mejor te sientes más alta es tu frecuencia.
El agradecimiento es uno de los sentimientos más fuertes que hay, al agradecer cambias tu frecuencia vibratoria y transformas de forma positiva tu día.
Varios investigadores clínicos se han dado a la tardea de buscar los beneficios del agradecimiento para usarlos en la recuperación de pacientes y para evitar el bulling. Se ha demostrado que los adolescentes agradecidos son más felices (estudio), que a cualquier edad agradecer te genera bienestar (estudio) y es un sentimiento que mejora tus relaciones con otras personas (estudio).
Cuando nos enfocamos en lo que tenemos y dejamos de ver lo que no tenemos, llenamos el cerebro de dopamina.
Cuando agradeces lo que has recibido de tu pareja promueves una mejor relación (artículo The Telegraph). Además hay innumerables beneficios físicos, el agradecimiento mejora la salud del corazón (estudio), ayuda a recuperarse a pacientes con síndrome coronario (estudio) y baja el estrés (estudio) entre otros cientos de beneficios.
Imagina una mañana cualquiera; te despiertas más tarde de lo habitual, te bañas y vistes a toda velocidad, desayunas con prisas por lo que te manchas la camisa con café. Con muy poco tiempo te cambias y ya de camino a tu trabajo se te cae ese botón que nunca arreglaste. Mañanas así te pueden arruinar el día pues te llenas de pensamientos negativos, auto reproches y ni hablar del mal humor.
Pero, ¿qué pasa si en lugar de pensar negativamente respiras hondo, sonríes y agradeces el tener un día más de vida, el tener una cama donde dormir, comida, café y ropa que ponerte?
Practicar el agradecimiento tiene efectos profundos en tu bienestar físico y emocional.
Está comprobado que cuando se escriben las cosas por las que se está agradecido, la gente se siente mejor con su vida y entre otros beneficios, se enferma menos que quienes escriben las cosas que les molestan.
Un estudio de Harvard determinó que la gratitud está fuertemente asociada, de forma consistente, con mayor felicidad. La gratitud hace que las personas sientan más emociones positivas, tengan buenas experiencias, mejoren su salud, enfrenten mejor la adversidad y formen relaciones más fuertes. La gratitud te ayuda a conectarte a nivel más profundo con otras personas y a amarte más.
Cultivar una actitud de agradecimiento no es fácil pues es una decisión que hay que tomar cada día, ya que pocas veces es algo que nos nace hacer cada mañana. No es simplemente una emoción positiva, el quitarnos la mentalidad de víctimas y abrirnos a saber que merecemos más cada día nos genera mejoras significativas en todas las áreas de la vida.
Formas de cultivar el agradecimiento:
1. Lleva un diario de agradecimiento.
En una investigación experimental comparativa, los que llevaban diario de agradecimiento semanal reportaron que se sentían mejor físicamente, mejor con su vida en general y estaban más optimistas ante la semana que estaba por empezar, comparados con los que escribieron sus molestias o los que escribieron eventos neutros de su vida.
Los participantes que siguieron llevando su diario, después de 2 meses, tuvieron más progreso en sus metas personales académicas, interpersonales y de salud comparados con los otros dos grupos.
Escribe todos los días de 3 a 5 motivos por los que estas agradecido. No tiene que ser algo largo que te quite mucho tiempo sino solamente enumerar algunos motivos presentes o pasados por los que agradezcas. No necesariamente motivos muy profundos como un día más de vida sino también agradecer por un buen baño con agua caliente o por un hermoso día de lluvia.
Cuando quieras una cascada de energía escribe por 2 o 3 minutos todo lo que se te ocurra por lo que estés agradecido.
2. Practica la meditación con conciencia plena.
Una de las formas más prácticas para meditar con conciencia plena es enfocándote en tus 5 sentidos. Puede ser en un estado meditativo o en cualquier momento del día con los ojos abiertos. Escucha, observa, huele, paladea y siente. Trata de poner tu atención en los 5 sentidos a la vez por unos 10 minutos y después del ejercicio, cuando te sientes totalmente presente en el aquí y ahora, agradécele a la gente que te hizo sonreír ayer, a tus padres, amigos, e incluso al jefe que te exige y que te ayuda a ser más productivo cada día. Al meditar con conciencia plena estás en el presente, y vivir aquí y ahora te ayuda a ser más agradecido y a controlar los pensamientos negativos. De esto ya he hablado en Decídete a ser hoy mejor que ayer, en donde explico la mejor técnica para evitar los pensamientos negativos que activamos en automático.
Las personas con una práctica espiritual como las que acuden cada semana a servicios religiosos o las que meditan son más propensos al agradecimiento ya que tienden más a reconocer la unión y responsabilidad que tenemos entre todos los seres humanos.
3. Agradécele a tu gente
Manda una nota, un mail o llama por teléfono a la gente que quieres y diles lo agradecido que estas por tenerlos en tu vida.
Quienes están enfocados en agradecer tienen la capacidad de ser más empáticos y de ver las cosas desde el punto de vista de los demás. Sus amigos los consideran más generosos y dispuestos al servicio.
4. Agradece por tus alimentos.
Prepara tu cuerpo cada vez que vas a comer agradeciendo por tu comida. Al hacerlo activas nuevamente toda la química benéfica en tu cuerpo y te nutres eficientemente engordas menos, nada te cae pesado y tu sistema digestivo funciona de maravilla.
Cada vez que estés frente a tu comida agradece a quienes la cosecharon, prepararon y a toda la cadena de personas que hizo posible que hoy esa comida estuviera en tu mesa.
5. Ayuda como voluntario.
Ayudar en tu comunidad es una forma de agradecer por lo que eres y tienes. Una reciente investigación demostró que el trabajo voluntario mejora la salud y el bienestar general además de darle un propósito más a la vida. En voluntarios de la tercera edad se vio, que ayudar a la comunidad les extiende la vida y los hace menos propensos a depresiones.
Las personas que agradecen y ayudan sin un motivo especial reportan niveles más altos de emociones positivas, satisfacción con su vida, vitalidad, optimismo y menor nivel de estrés y depresión. Al estar agradecido crecen las emociones positivas aun cuando las negativas siguen presentes; es decir, agradecer no te hace dejar de ver la realidad sino que únicamente te hace ver más grandes las cosas buenas de la vida, especialmente en tus relaciones interpersonales.
6. Rodéate de frases de agradecimiento.
Aunque no nos demos cuenta nuestro subconsciente registra todo lo que nos rodea. Ten cerca de ti frases que te inspiren, escribe una en tu diario cada día. Hay muchas páginas web con frases e historias de agradecimiento.
Todo lo que ves durante el día influye en tu forma de ser y de sentirte. Cuando ves cosas negativas tu subconsciente las capta y la respuesta química de tu cuerpo es negativa, mismo caso con las cosas positivas y más con frases o imágenes de agradecimiento. Cuando el subconsciente las registra se activa toda la química benéfica que genera el sentimiento de agradecimiento.
7. Reparte bendiciones.
Define un día de la semana para regalar bendiciones. Cuando te cruces con alguien envíale bendiciones; a quien te cede el paso en el coche, al del mercado, al del banco y a toda la gente con quien interactúes hoy.
Muchas personas hacen su propia oración de agradecimiento y con ella agradecen mentalmente varias veces al día. Robert Emmons, profesor de Sicología en la Universidad de California y autor del libro “Gracias, Como la nueva ciencia del agradecimiento te puede hacer más feliz” publica estudios en donde dicen que quienes hacen oraciones de gratitud mejoran su salud y son más propensos a pensar en la vida como un regalo.