La nutrición, una ciencia incompleta

La nutrición, una ciencia incompleta

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Llevamos años viendo la nutrición desde un sólo punto de vista. Hemos usado únicamente el lado izquierdo del cerebro para definir qué debemos comer, qué no y por qué; esto ha hecho que la nutrición sea una ciencia incompleta a la que le falta una parte fundamental: el lado derecho del cerebro.

Hablando de arquetipos (que son patrones o modelos ya establecidos) podemos decir que el arquetipo masculino es el lado izquierdo del cerebro; es nuestra parte analítica, numérica, directa, enfocada a metas concretas, con mentalidad linear (si hago esto, entonces tengo este resultado).  El cerebro analítico se enfoca en sistemas que sirven o no sirven, en blanco y negro sin escalas de gris, es la solución del problema, se relaciona con el músculo…es el padre

El arquetipo femenino es el lado derecho del cerebro, no es linear, es creativo, receptivo, emocional, apapachador, artístico, impredecible, caótico, amoroso, suave, sensual, se relaciona con grasa, con placer, con el misterio…es la madre.

El tema de la nutrición tiene un enfoque básicamente masculino:

  • Lo que debemos comer es esto.
  • Lo que no debemos comer es esto otro.
  • El número exacto del peso que debes tener en relación con tu altura es _____.
  • Se enfoca en las calorías. Calorías que comes – calorías que quemas =calorías que almacenas.
  • 7000 calorías extra son un kilo de grasa.
  • Los estudios clínicos dicen ______.
  • El sistema perfecto para el cuerpo humano es Paleo o vegano o Atkins.
  • La forma correcta de hacer ejercicio es _____.
  • La dieta perfecta es ______.
  • Más músculo, menos grasa.
  • Desmenuza los alimentos en sus componentes (ej: el brócoli tiene “X” vitaminas, tanta fibra, “Y” minerales etc.)
  • El azúcar es mala.
  • El brócoli es bueno.

No quiero decir que esté mal, yo en lo personal soy una apasionada de los estudios clínicos, de algunos sistemas de alimentación y de no comer casi nunca ciertas cosas; el problema es que el no ver esta ciencia a través del enfoque femenino también, la hace inexacta.

Cuando sobre enfatizamos el lado izquierdo del cerebro o el arquetipo masculino la hacemos una ciencia en la que enfatizamos la importancia de los números, de las calorías, de las tablas nutricionales, de las medidas, del porcentaje de grasa corporal, del nivel de colesterol, de los resultados de laboratorio, etcétera.  Enfocados en esto concluimos que si no bajas de peso es porque no tienes suficiente fuerza de voluntad, porque comes más calorías que las que quemas, porque comes mucha azúcar, porque no quieres bajar.  Claro que esto es parte del tema para bajar de peso, pero NO es sólo esto.

En el 90% de los casos, el sobrepeso y la obesidad no tienen relación directa con lo que ponemos en el plato; lo que comemos es una de las formas en las que la causa real se manifiesta.

Cuando unimos el lado femenino nos enfocamos también en el apapacho más que en la nutrición, en no sólo alimentarnos sino en hacerlo con placer, en el misterio sobre la “ciencia exacta”, en lo natural sobre lo sintético, en cocinar con amor contra tomar un licuado de proteína, en escuchar al cuerpo y no sólo en saber y saber datos duros y numéricos, en comer brócoli por su sabor y no sólo por su cantidad de fibra.

Cuando enfatizamos mucho una polaridad, este desbalance se va a mostrar como síntomas de comportamientos no deseados con la comida o con pensamientos fuera de control.

Por ejemplo si enfatizo el que debo pesar 62 kilos porque mido 1.72 le estoy dando mi poder personal a un número creado artificialmente por alguien que no me conoce, y si lo tomo como ley (cosa que hemos hecho por muchos años casi todos) y no llego a ese peso voy a vivir negando mi cuerpo, no queriéndolo y eso me va a mantener infeliz.

Especialmente en el tema de bajar de peso hemos usado siempre el arquetipo masculino, nos enfocamos en el lado izquierdo del cerebro y tomamos como ley cosas tipo:

  • Para bajar de peso debo comer menos y hacer más ejercicio.
  • La única forma es restringiendo comidas.
  • Debo contar mis calorías.
  • Todo es fuerza de voluntad.
  • Debo echarle ganas.
  • Hay que pesarse muy seguido.
  • Debo llegar a pesar X con “Y” porcentaje de grasa y “Z” porcentaje de músculo.
  • Me castigo si rompo el sistema (si no hago ejercicio un día o si como algo fuera de lo establecido).
  • Me juzgo.

En este esquema la meta es más importante que el camino.

Según la psicología de la alimentación, cuando nos apoyamos más en el arquetipo femenino entonces:

  • Escuchamos al cuerpo y le permitimos expresarse.
  • Entendemos que el sobrepeso y la obesidad son un llamado de atención de algo más profundo que pocas veces tiene que ver con la comida.
  • Nos enfocamos en movernos en algo que nos permita expresarnos.
  • Buscamos el balance natural del hambre.
  • Nos olvidamos de la báscula.
  • Buscamos el placer en cada comida.

Disfrutamos del camino sin aferrarnos a la meta.

No creo que haya un enfoque mejor que el otro, creo que el balance es lo que nos puede llevar a estar felices y contentos con nuestro cuerpo.

Claro que si buscamos estar saludables debemos dejar de comer ciertas cosas y debemos movernos con algo que ejercite el cuerpo, pero debemos hacerlo de una forma amable, en la que no nos estresemos, no nos juzguemos y entendamos que esto es un camino en el que vamos aprendiendo más cada día.  Vamos a fallar de vez en cuando pero en la medida en la que nos amemos y respetemos vamos a ir superando los retos cada vez mejor.

Todo en nuestra vida está conectado con todo en nuestra vida y ya es momento de dejar de ver al cuerpo como algo que no forma parte del todo.

Somos cuerpo, mente y espíritu y lo que afecta a una de las partes afecta al todo.

Hay que tener claro que la misma comida va a impactar de forma diferente nuestro cuerpo dependiendo de qué estamos pensando y sintiendo, pues nuestros pensamientos y emociones producen diferente química en nuestro cuerpo, así que si “fallo” y me como una bolsa de papas esas papas van a impactar de forma mucho más fuerte y negativa mi cuerpo si al comerlas me siento mala persona por estar comiendo algo malo, o si me juzgo y me estreso al comerlas, y después me castigo con horas extra en el gimnasio.

No quiero decir que debemos comer cualquier tipo de comida basura y que esta no va a impactar en nuestro cuerpo, pero sí que si al hacerlo estamos en el estado metabólico incorrecto el resultado va a ser peor que si nos damos permiso de “fallar” y lo vemos como parte del proceso.  Cuando logramos hacer eso naturalmente nos vamos a ir alejando de lo que no nos conviene meter al cuerpo.

Nuestros pensamientos y emociones tienen mucho que ver con lo que comemos, con el por qué lo comemos, con el cómo lo comemos y con el cómo lo metabolizamos.

Por años yo viví mis dietas bajo el arquetipo masculino, enfocándome en los números y sufriendo con el proceso; convencí a muchos de mis amigos y familiares a seguirme en este proceso de mucho esfuerzo y fuerza de voluntad.  Aunque muchas veces llegaba a mi meta y lograba mantenerme ahí por mucho tiempo, la realidad es que nunca me sentí amiga de mi cuerpo, mi cuerpo era un caballo salvaje que yo tenía que mantener en control y con la rienda corta.  Hoy disfruto mi comida, mi tendencia natural es comer sano, pero cuando no lo hago ya no me castigo, no me juzgo, lo disfruto y regreso a mis hábitos sanos en la siguiente comida.  Todavía algunas veces me cacho regresando a mis malos hábitos de juzgarme y castigarme, pero cuando me doy cuenta regreso amablemente a amar y a respetar mi cuerpo.  Sé que esto es un camino, que realmente nunca voy a llegar a la meta pues la salud no es una meta, es un camino que se recorre con las decisiones de todos los días.  Algunas veces lo recorro muy bien y otras no, pero no importa pues todos los días aprendo algo más de mi misma y de este camino.

Como me pasó a mi, algunas personas necesitarán agregar más elementos del arquetipo femenino y empezar por vivir su cuerpo, por sentirlo, honrarlo y hacerle caso en lugar de pensar en una dieta restrictiva con horas de ejercicio.

Llevamos años usando el arquetipo masculino para lograr estar felices con nuestro cuerpo, este esquema nos ha llevado a casi todos a vivir en el fracaso pues una vez que alcanzamos la tan deseada meta recaemos, volvemos a subir de peso y nunca estamos felices con nuestro cuerpo pues nos obsesionamos con lograr los números de peso o porcentaje de grasa.

Si queremos resultados diferentes debemos hacer las cosas de forma diferente.

Realmente lo que todos queremos no es alcanzar un número sino sentirnos felices con nuestro cuerpo; nos han hecho creer que esa felicidad depende de un número, pero piénsalo, ¿realmente sólo te importa el número de la báscula, o lo que en verdad buscas es estar en paz y armonía con tu cuerpo?

No estoy hablando de resignarte sino de aceptarte para poder recorrer este camino con amor, respeto y tranquilidad.

Vale la pena intentarlo ¿no crees?

¿Crees que vale la pena intentar algo diferente, o consideras que es mejor seguir con el esquema de más comida y más ejercicio aunque no se logren resultados sostenibles?

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. POPPY SCAGLIOTTI

    Estoy tratando de seguir tus consejos al pie de la letra. Con 71 años y tantos kilos de más había perdido toda coquetería. Ahora hasta volví a maquillarme un poquito. Gracias!

    1. Renata

      Qué bueno!!! maquíllate, peínate y ponte guapa todos los días. Deja que salga la bella mujer que YA eres, beso

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