Hemos escuchado toda la vida que estrés es malo y que causa infartos, cáncer y otras enfermedades…pero eso no es todo, el estrés tiene un efecto negativo también en la digestión. Aquí te voy a platicar de 3 de los múltiples problemas que causa el estrés en el sistema digestivo.
El estrés crónico lo causan los problemas de todos los días, cada vez que nos estresamos nuestro cuerpo produce niveles muy altos de cortisol y adrenalina, estas hormonas son parte de la química del estrés. Muchas veces no nos damos cuenta de que estamos bajo mucho estrés pues ésta química es adictiva, podemos hacernos adictos al estrés y hasta a no saber bien cómo vivir sin esa química.
El cuerpo está hecho para manejar el estrés eventual, pero no está hecho para manejar el estrés de todos los días, el estrés crónico.
Cuando vivimos con estrés crónico…comemos con estrés crónico y esto tiene unas consecuencias terribles en nuestra digestión. Entre muchas otras cosas el estrés hace que el sistema digestivo se cierre total o parcialmente y comer así tiene sus consecuencias.
Nuestro cuerpo no puede manejar el estrés y la comida al mismo tiempo
1. El estrés afecta el tiempo que la comida pasa dentro de nuestro cuerpo.
Cuando comemos necesitamos que la comida esté nuestro sistema digestivo cierto tiempo para que los nutrientes se absorban. Con el sistema digestivo cerrado, completa o parcialmente por el estrés, podemos tener problemas de estreñimiento, lo que se deriva en problemas gastrointestinales como gas, inflamación, dolor de estómago, y aumento de peso.
Algunas personas pueden tener el efecto contrario y el estrés puede hacer que la comida se mueva demasiado rápido sin darle suficiente tiempo para que los nutrientes absorban, esto los lleva deficiencias nutricionales.
2. El estrés afecta la inmunidad de intestino
Del 60 al 80% de nuestra vez nuestro sistema inmune está en el intestino, esto hace que el intestino sea el órgano más grande del sistema inmunitario
Tenemos varios kilos de bacterias en el intestino, algunas son buenas y otra no. Las bacterias buenas nos ayudan a pelear contra los virus y a digerir bien la comida; estas bacterias son indispensables para la función inmune de todo el cuerpo.
Cuando estamos estresados la reacción química que produce el sistema nervioso simpático mata una buena parte de las bacterias buenas del intestino, con el tiempo esto puede debilitar el sistema inmune y a inflamar en todo el cuerpo.
La mejor forma de fortalecer el sistema inmune es con probióticos y con alimentos que tengan probióticos naturales como los fermentados. El azúcar alimenta la bacteria mala del intestino lo que nos puede llevar a un sistema inmune débil y a un sistema digestivo deficiente.
Un sistema inmune deficiente tiene efectos como el mal humor y problemas digestivos que entre otras cosas te hacen subir de peso.
3. El estrés debilita el metabolismo digestivo
Cuando nos estresamos la sangre se va principalmente a los brazos, a las piernas, y al cerebro, dejando el centro del cuerpo con poca sangre. La sangre es la que distribuye la energía y el sistema digestivo necesita energía para funcionar adecuadamente.
Un cuerpo estresado no está preparado para recibir los alimentos por lo que desacelera metabolismo.
La química del estrés produce dos hormonas, el cortisol y la insulina. Éstas hormonas se liberan con el estrés y las dos le dicen al cuerpo que es momento de guardar guarde grasa, de subir de peso y de no formar músculo.
Para balancear el estrés respira profundamente varias veces al día y a la hora de comer, hazlo con conciencia plena.