Los seres humanos llevamos años buscando la fuente de la juventud para evitar la muerte.
Evitar la muerte no ha sido posible, pero sí mantenernos con salud por muchos más años que antes, gracias a lo que los científicos llaman hoy “La verdadera fuente de la juventud.”
La verdadera fuente de la juventud.
Las cremas, pastillas, inyecciones y hasta las cirugías plásticas, no han logrado en nuestra salud, en nuestro aspecto y en nuestra expectativa de vida, lo que se logra con el ejercicio.
La edad no la vamos a cambiar; a muchas personas no nos molestan las arrugas y no nos interesa mantenernos siempre jóvenes, pero ¿nos interesa mantener nuestros órganos internos y nuestro cuerpo joven y saludable? A mi sí, ¿y a ti?
Los beneficios del ejercicio son muchos, entre estos:
- Longevidad: Los ejercicios como caminar rápido o andar en bicicleta, que mejoran nuestra capacidad aeróbica literalmente nos quitan años de vida. Mejorar la capacidad aeróbica entre un 15% y un 25% equivale a restarnos entre 10 o 20 años; literalmente nuestros órganos se rejuvenecen. Esto no te quita ni las arrugas ni las canas, pero sí estimula el que tengamos más neuronas y disminuye hasta en un 50% el riesgo de muerte prematura.
- Reduce infecciones: El ejercicio moderado estimula el sistema inmunológico aumentando la capacidad de las células inmunológicas. Es por esto por lo que quienes hacen ejercicio regularmente casi no se enferman.
- Reduce el riesgo de enfermedades del corazón: Además de que el ejercicio aumenta el nivel de colesterol bueno y baja la presión sanguínea, también reduce la inflamación de las arterias, que es un factor de riesgo para infartos.
- Reduce el asma: Los ejercicios para fortalecer la parte alta del cuerpo y los de respiración pueden reducir la necesidad de un inhalador si tienes asma.
- Controla el azúcar en sangre: El ejercicio mejora la resistencia a la insulina y ayuda a mantenernos en un peso sano. Caminar rápidamente 3 veces por semana reduce de forma importante el riesgo de diabetes tipo 2.
- Protege contra el cáncer: Esta comprobado que el ejercicio reduce el riesgo de cáncer de colon, mama y próstata ya que regula las hormonas del cuerpo.
- Combate el estrés: El ejercicio aeróbico practicado regularmente disminuye los niveles de las hormonas del estrés. Es uno de los mejores tratamientos para la depresión, y ha demostrado ser más efectivo que los antidepresivos en la mayoría de los casos.
- Reduce la inflamación: La inflamación es el principio de más del 98% de las enfermedades. El ejercicio regular disminuye notablemente los niveles de inflamación sistémica, que es la inflamación de todo el cuerpo.
- Reduce los síntomas de la menopausia: Cuando mejoramos nuestra condición física caminando o practicando yoga podemos despedirnos de síntomas como los golpes de calor y las sudoraciones nocturnas.
- Previene la disfunción eréctil: Además de que disminuye de forma importante el riesgo de cáncer de próstata, también disminuye el riesgo de agrandamiento prostático benigno que es una causa de problemas urinarios en muchos hombres.
El mejor ejercicio.
Los seres humanos necesitamos movernos, estamos hechos para movernos. No somos una piedra o un árbol, nuestro cuerpo nos pide ejercicio, pero ¿todos los ejercicios son buenos para ti? La respuesta es no.
Cuando haces un ejercicio que no te gusta activas el sistema nervioso simpático, que es la respuesta al estrés, y te pierdes de muchos de los beneficios del ejercicio.
Busca un ejercicio que te encante, puede ser correr, salir a andar en bicicleta, bailar, escalar; lo que sea pero que te encante.
Cuando haces un ejercicio que te gusta activas el sistema nervioso parasimpático, que es la respuesta a la relajación.
En relajación el cuerpo quema más grasa, forma más músculo y es el único estado en el que puede sanar.