Que tu comida sea tu medicina y tu medicina tu comida, esto es algo que dijo Hipócrates hace más de 2000 años. El que la comida influye directamente en nuestra salud no es ninguna novedad.
La comida es la llave de la salud y de la enfermedad.
Toda la comida habla con nuestros genes a través de la química que crea en nuestro cuerpo, cada tipo de alimento produce una química diferente en nuestro cuerpo y contiene diferentes nutrientes que entran en la sangre.
La sangre es el medio ambiente de nuestras células.
Como sabes, nuestras células se reproducen constantemente, para hacerlo copian el código genético que traemos en nuestro ADN, copian los genes que tenemos.
Imaginarte tus genes como un plano de construcción, como un plano de una casa en donde vienen las instrucciones precisas para que la célula se reproduzca. Imagínate que cada célula tiene 2 cajones cerrados con llave, en un cajón tiene el plano de salud y en otro cajón tiene el plano de no salud, todos tenemos genes guapos de salud y genes no guapos de no salud.
La Epigenética ya nos demostró que las células leen un plano o el otro dependiendo de su medio ambiente.
Esto quiere decir que dependiendo de la química que tengamos en la sangre nuestras células van a poder abrir un cajón o el otro.
Digamos que el medio ambiente en el que vive la célula es la llave del cajón, la química de nuestra sangre es la llave de un cajón o del otro.
Si el medio ambiente es tipo A, las células tienen la llave para abrir el cajón A que es el de salud, y entonces usan ese plano para reproducirse.
Si el medio ambiente es tipo B, las células sólo tienen la llave para abrir el cajón B que es el que tiene el plano de no salud, entonces usan ese plano para reproducirse.
Hay muchas cosas que alteran el medio ambiente de nuestras células y una de las más importantes es la comida que comemos.
Si en la sangre tenemos un balance hormonal adecuado y suficientes nutrientes, lo más probable es que nuestras células se reproduzcan usando el código genético de salud; es decir, cuando el ambiente es el adecuado nuestras células pueden abrir el cajón A, y se van a reproducir siguiendo las instrucciones del plano que hay en ese cajón, por lo que las nuevas células van a ser células sanas
Si en la sangre tenemos un desbalance de hormonas, nuestras células pueden abrir sólo el cajón B donde está el plano de no salud, y van a seguir las instrucciones de ese plano para reproducirse, por lo que nuestras nuevas células van a ser células enfermas.
Siguiendo con el ejemplo de los cajones:
Nuestras células tienen muchos cajones diferentes con planos diferentes que se leen de acuerdo con la llave a la que tienen acceso. La llave es la química que hay en nuestra sangre que depende mucho del tipo de comida que consumimos.
Por ejemplo, el cigarro; los químicos del cigarro cambian la química de nuestra sangre, es decir, el medio ambiente de nuestras células. Al fumar nuestra sangre se llena de nicotina, alquitrán y otros químicos más, cuando tenemos la química del cigarro dando vueltas por nuestra sangre, ya se demostró que es muy probable que nuestras células de los pulmones lean algún plano de no salud para reproducirse, lo que hace que las nuevas células no sean sanas.
Aunque tenemos el gen de salud y nuestras células podrían usarlo para reproducirse, no tienen la llave del cajón, no pueden leer ese plano y no pueden seguir sus instrucciones; entonces usan el plano que SÍ pueden leer que es el que está en el cajón que sí pueden abrir, y se reproducen usando el gen de no salud. Esto es el cáncer de pulmón.
Esto quiere decir que aun si tienes el gen del cáncer, este gen sólo se lee si el ambiente de tus células (tu sangre) es el adecuado para que se lea.
Puedes tener el gen del cáncer, pero también tienes el de no cáncer; el de cáncer se lee solo si en la sangre tienes la llave que permite que se lea.
La Epigenética, que es la ciencia que va más allá de la genética, ya demostró que más del 97% de las enfermedades dependen del medio ambiente en el que viven nuestras células.
No importa qué genética tengas, la genética se lee o no se lee dependiendo del medio ambiente en el que viven tus células.
La química de nuestra sangre cambia por nuestros pensamientos y creencias, por las toxinas a las que estamos expuestos, y por muchas otras cosas más.
Si quieres saber más de esto lee el artículo “Tus pensamientos engordan” o “¿Tienes mentalidad que engorda?” o “Tu mente y tu metabolismo”, de lo que más te hablo en mi blog es de este tema. Puedes encontrar más artículos relacionados en la página de Bienestar Infinito. También puedes ver los videotips como el de “BPA y sobrepeso” o Tu sartén te engorda” y muchos más que puedes encontrar el la página de YouTube de Bienestar Infinito.
La comida que comemos también influye muchísimo en la química de nuestra sangre.
Nuestra salud sí está en nuestras manos.
Qué pasa, por ejemplo, con las personas que tienen una historia de cáncer de mama en la familia, ya sabes casos como que la bisabuela tuvo cáncer de mama, la abuela también y la madre también.
Esta persona muy probablemente tiene el gen de cáncer de mama en alguno de los cajones de las células de sus mamas; pero este gen sólo se va a leer si la química de la sangre de esa persona es la adecuada para darle a la célula la llave de ese cajón.
Si esta persona mantiene en su sangre la química con la llave del cajón donde están los planos de no salud, entonces va a desarrollar un cáncer de mama.
Nuestros hábitos de alimentación y nuestro estilo de vida cambian el medio ambiente de las células.
La comida que comes literalmente les habla a tus células y les dice qué genética usar.
Hasta hoy se cree que la genética no la vamos a cambiar; todos tenemos genes de salud y genes de enfermedad, lo que sí podemos cambiar es el medio ambiente de nuestras células, y cuando cambiamos el medio ambiente estamos decidiendo qué genes son los que se van a leer.
Nuestra comida activa o desactiva los genes de salud y de enfermedad.
Cada una de nosotras esta continuamente creando su salud o su enfermedad con sus decisiones de alimentación.