¿Sabes por qué?
- Cierra parcialmente el sistema digestivo, por lo que la comida no se procesa como debe.
- Desbalancea los niveles de cortisol e insulina, que le dan al cuerpo la señal de “almacenar grasa”.
- Cierra parcialmente la corteza prefrontal, que es desde donde tomamos nuestras decisiones inteligentes.
- Causa de antojos de azúcar y harinas.
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