Saludable perdón; cómo perdonar te lleva a tener una vida sana.

Saludable perdón; cómo perdonar te lleva a tener una vida sana.

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Aprender a perdonar influye tanto en nuestra salud física, mental y emocional, que deberíamos tener una práctica diaria de perdón como la tenemos de ejercicio o meditación.

Perdonar significa diferentes cosas para cada persona pero siempre va de la mano de la decisión de olvidar el resentimiento y las ganas de venganza que nos envenenan física, mental y emocionalmente. El perdón nos lleva a ser empáticos; a entender y tener compasión por quien nos hizo daño.

El rencor es como tomar veneno y esperar que mate a tus enemigos.

Nelson Mandela

¿Por qué hablo de perdón es una página de salud holística?

Cuando no perdonamos y nos aferramos a los resentimientos entramos en un circulo vicioso con el estrés;  soy enemiga del estrés pues daña físicamente y emocionalmente todo nuestro sistema.  Entre más aprendo de todas las enfermedades que hay y cómo tratarlas desde el punto de vista de un health coach, más me llama la atención que sin excepción todos los protocolos médicos empiezan con el manejo de estrés.  Desde lo recomendado para curar o evitar enfermedades simples como una gripa hasta enfermedades complicadas como cáncer o cualquier tipo de  enfermedad autoinmune.

Más del 90% de las visitas al doctor están relacionadas con enfermedades originadas por el estrés. 

Varios estudios indican que cuando vivimos con estrés crónico nuestra disposición a perdonar es muy poca,  no nos damos cuenta de que al perdonar no sólo baja nuestros nivel de cortisol sino que sube el nivel de serotonina, que es la hormona de la felicidad  (estudio).

El rencor eleva la presión sanguínea y es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón mientras que perdonar baja el estrés percibido, la presión y la frecuencia cardiaca (estudio).

Las personas que perdonan son más felices y saludables que aquellos que no lo hacen; el perdón mejora la salud física y mental de las personas (artículo médico).

¿Qué no es perdonar?

  • Perdonar no es olvidar; perdonar es recordar sin sentimientos negativos; con compasión. Olvidar es un proceso involuntario que se puede o no dar con el tiempo.  Si perdonamos pero cada vez que nos acordamos de lo que nos hicieron revivimos los sentimientos negativos es que no hemos perdonado.

Perdonar es dejar ir el pasado.

  • Perdonar no es fácil; algunas veces es más doloroso que la ofensa que recibimos pero aun así no hay paz sin haber perdonado.

La capacidad de una persona para perdonar siempre ha sido la más notable de las características humanas.

Leon Uris

  • Perdonar no es reconciliarse con la otra persona; el perdón es una virtud interna en la que podemos ver a la persona con compasión a pesar de la ofensa que nos hizo. La reconciliación es volver a tener una relación de confianza con la persona que nos ofendió, la reconciliación es una acción que involucra a un externo mientras que el perdón es un trabajo interno.

Para que se dé una reconciliación el agresor debe, de alguna forma, reparar el daño.

  • Perdonar no es darle permiso al otro para que nos vuelva a hacer daño, se puede perdonar cuidando que no nos vuelvan a hacer daño o sin tener que volver a ver a la otra persona.

Puede haber perdón sin reconciliación.

  • Perdonar no es justificar o excusar el daño que nos hicieron o a la persona que nos lo hizo. Perdonar es aceptar el hecho como fue, abandonando el resentimiento y viendo al otro como un ser humano a pesar de lo que ha hecho, para poder recibir la paz que nos permita seguir adelante con nuestra vida.

La ofensa siempre va a ser negativa e injustificable aunque ya no se busque justicia o venganza.

  • El perdón no necesariamente resarce el daño, pero por lo menos no causa más. Si un amigo abusó de tu confianza y te robó, el perdonar no te va a regresar lo robado pero sí te regresa la paz y el control de tu vida. Cuando te das cuenta de que son 2 problemas diferentes, uno lo robado y otro el daño que te hace el rencor, puedes tratar de solucionar por lo menos uno.

Si no perdonas eres víctima y le estas entregando el poder de tu vida a otra persona.

El débil no puede perdonar nunca. El perdón es una cualidad de las personas fuertes.

Mahatma Gandhi

Perdonar o no perdonar.

Se ha investigado mucho acerca de los beneficios personales e interpersonales del perdón y de los problemas de no hacerlo.

Los estudios demuestran que las personas que deciden no perdonar a alguien que les ha hecho algún mal, tienden a sentir profunda soledad y desarrollan un alto nivel de falta de confianza, lo que hace que se les dificulte tener relaciones sanas y profundas.  Estas personas presentan más comportamientos suicidas que quienes perdonan (estudio).

Tomar la decisión de no perdonar causa depresión, ansiedad y estrés. En un estudio con mujeres de las que abusaron físicamente, aquellas que estuvieron dispuestas a perdonar mejoraron psicológicamente más que quienes no perdonaron, y al hacerlo disminuyó notablemente su nivel de cortisol (estudio).

En varios estudios se ha encontrado una relación importante entre el estrés y la decisión de no perdonar. Los participantes que se negaban a perdonar, cuando recordaban la ofensa se llenaban de resentimiento y enojo; pero cuando los expusieron a sentimientos de empatía y compasión bajó su nivel de estrés y estuvieron más dispuestos a perdonar.

El estrés no nos ayuda a liberarnos del rencor. 

Los resultados indican que los sentimientos de rencor provocan emociones más agresivas, aumentan la presión arterial y el ritmo cardiaco; con el deterioro físico vienen también el emocional y el mental.

Uno de los ejemplos más ilustrativos del manejo del perdón es el de la infidelidad en el matrimonio.  Desde descubrir la infidelidad, hasta tratar de manejar los sentimientos encontrados de enojo, decepción tristeza, venganza e incluso amor, es algo devastador emocional y mentalmente que entre otras cosas hace que se pierda completamente la confianza. Aun cuando la infidelidad causa una pérdida importante de confianza y desbalancea la relación, hay casos en que se ha podido superar logrando recuperar la confianza y el balance; pero la única forma de lograrlo es a través del perdón.  Cuando  no se logra perdonar la infidelidad la relación termina con la separación emocional de la pareja.

En los casos en los que las parejas no se separan físicamente, si no logran perdonar la infidelidad  crean una de las relaciones más destructivas y dañinas que puede existir; una relación que seguramente terminará en graves enfermedades para los 2.

En el caso de un divorcio o separación física, las víctimas de una infidelidad quedan emocionalmente adormecidas, no pueden funcionar, no se enfocan, y en muchos casos no se quieren ni salir de la cama.  Los terapeutas usan diferentes métodos para recuperarse y salir de esto; pero en todos los casos también se parte de poder perdonar.

Para que la víctima se logre recuperar emocional y mentalmente, y pueda dar vuelta a la hoja y ver hacia adelante para seguir su vida, debe lograr perdonar.

Para muchas personas es un proceso largo, pero cuando lo logran, invariablemente pueden seguir adelante con su vida con o sin una reconciliación con la ex-pareja.

No es posible remontar el vuelo si estamos anclados al suelo, presos del resentimiento.

Cuando alguien nos lastima especialmente alguien que nos importa, a quien queremos y en quien confiamos, nos causa tristeza, enojo y confusión. Si permitimos que estos sentimientos crezcan terminaremos ahogados, con resentimiento, amargura y sensación de injusticia.

Cuando no perdonamos llevamos enojo y amargura a nuestras otras relaciones, dejamos de disfrutar el presente pues estamos hundidos en el resentimiento del pasado, nos deprimimos y sentimos ansioso. Eso puede hacer que perdamos la objetividad y no le encontremos ni el propósito ni el significado a nuestra vida.

El rencor es un abismo sin fondo.

Nos pueden hacer muchas cosas, nos pueden lastimar y tal vez nunca nos pidan perdón, pero es decisión nuestra el decir “te perdono” aun si la otra persona nunca nos pide perdón. Una parte importante de nuestra felicidad , salud emocional y física dependen de poder decir “Te perdono”.

Para alcanzar el estado de perdón debemos reconocer cómo el perdonar va a mejorar nuestra vida. Para esto hay que identificar qué necesitamos sanar y a quién necesitamos perdonar, reconocer nuestras emociones acerca del daño que nos hizo lo sucedido y poder hablar de ellas, decidir perdonar a la persona que nos ofendió y salirnos del rol de víctimas para tomar las riendas de nuestra vida.

Hablando de una ofensa común, hay que entender que realmente casi nadie nos puede hacer nada sin que nosotros lo permitamos; al entender eso podemos llegar a ver a la persona que nos ofendió con compasión, pues no sabemos en qué lugar estaba para haber hecho lo que hizo. No estoy hablando de situaciones graves, sino de las ofensas a las que estamos expuestos diariamente en la oficina, en la calle o con nuestras familias.

Perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que ese prisionero eras tú.

Beneficios documentados clínicamente del perdón.

  • Mejores relaciones interpersonales.
  • Mejor salud mental.
  • Menos estrés, ansiedad y hostilidad.
  • Menos momentos de depresión.
  • Un sistema inmunológico más fuerte.
  • Mejor salud cardiaca.
  • Mejor autoestima.

La importancia de perdonarnos a nosotros mismos.

Perdonamos en la misma medida en la que amamos  y amamos en la misma medida en la que nos amamos a nosotros mismos; por lo tanto

perdonamos en la medida en la que nos amamos.

Todos hemos hecho algo de lo que nos arrepentimos; cosas como regañar a los hijos sin motivo, o explotar contra la pareja o familia con una reacción desproporcionada y cosas por el estilo.

Cuando esto pasa nos arrepentimos y nos juzgamos severamente con pensamientos como “soy una mala madre” o “no merezco el amor de mi esposo, no se cómo me aguanta”. Este tipo de pensamientos por no perdonarnos a nosotros mismos son el equivalente al rencor; tan dañino es uno como el otro.

Cuando no perdonamos a otros nos hundimos en el enojo y en el resentimiento, y cuando no nos perdonamos a nosotros mismos nos hundimos en la vergüenza y la culpa.

Cuando queremos perdonarnos a nosotros mismos no es suficiente con decirnos “soy humano, cometo errores, me perdono”.

El auto perdón genuino es un proceso que involucra el enmendar el daño.

No podemos hablar de un auto perdón genuino que no involucre el aceptar nuestra responsabilidad en lo que haya pasado, necesitamos hacer una introspección moral y un examen de conciencia . Tratar de racionalizar lo que pasó y justificarnos solamente nos puede llevar a un falso perdón que va a seguir creciendo en auto reclamos, baja autoestima y enojo hacia nosotros mismos.

Disculparse no es decir “lo siento”, es decirlo con la certeza de que no vas a cometer de nuevo los mismo errores.

Perdonarnos a nosotros no significa tampoco que el dolor por lo que hicimos se va a desvanecer de repente y para siempre, hay que tener claro que ese dolor frecuentemente va a regresar. No vamos a ser la misma persona que antes de haber cometido ese error, pero a través del perdón podemos encontrar crecimiento espiritual.

La emoción que se relaciona con el perdón es el amor.

El auto perdón es trascender el enojo contigo mismo, con amor, viéndote con empatía y compasión. Si no nos perdonamos no nos amamos,

si no nos amamos no nos cuidamos.

Cuando te perdonas a ti mismo no cambias el pasado pero sí cambias el futuro.

No te juzgues duramente cuando estés en tu proceso de auto perdón, pero reconoce el daño que hiciste.

No podemos forzar a nadie para que nos perdone; cada quien se mueve a su propio ritmo, pero sí podemos comprometernos a tratar a las personas a las que hemos herido con amor, compasión, empatía y respeto.

Meditación.

Una de las formas en las que puedes trabajar y cultivar el perdón es a través de la meditación. Te dejo aquí esta bella meditación guiada para perdonar a quien te haya hecho daño y perdonarte a ti mismo.  Es una meditación corta que puedes incluir en tu práctica diaria.

Antes de hacerla piensa en la persona a la que quieras perdonar y en qué es lo que quieres perdonarte a ti mismo.

Te recomiendo que uses audífonos.


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